Si quieres que tus comunicaciones tengan el éxito deseado, atiende a estas recomendaciones y no las pierdas de vista. En cuestión de copywriting, ¡nada está escrito al azar!
Índice de contenidos
Menos es más
- Usa un tono más informal, más familiar, dirigiéndote a un “tú”, no a un “estimado cliente”. Habla como lo hace la gente y ya está.
- No tienes que chulearte de vocabulario, tu objetivo es que te entiendan. Un truco: empieza a escribir como si estuvieras hablando, y corrige al final la gramática y la puntuación.
- Si puedes decirlo en tres palabras, ¿para qué cuatro? Haz un primer boceto del mensaje y luego edítalo, quitando adjetivos vacíos, repeticiones, clichés, etc.
- Evita la pasiva y las negaciones. Todo suena mejor en positivo.
Piensa en tu audiencia
- ¡Importante! Escribe dos o tres “tú” por cada “yo”. Habla desde la perspectiva de quien te lee, de sus problemas, de sus motivaciones… Solo así mantendrás su atención.
- Habla con la gente que trata con tus clientes para saber qué es lo que piden y cómo lo piden.
- Intenta personalizar cada texto de tu web (sí, la página de política de privacidad también 😛 ).
- Firma tus comunicaciones con un nombre, y no con una expresión impersonal. A la gente le gusta hablar de tú a tú.
Prepara buenos argumentarios de venta
- “Es muy caro”, “necesito consultarlo” y “no sé si lo necesito”. Prepara un argumentario para estas tres objeciones y estarás más cerca de la venta. Derriba todos los “¿y si…?” que se le puedan ocurrir.
- Juega con los destacados para contextualizar. Estructuran y facilitan la lectura.
- Invita a la acción desde el principio. Puede que quien te lee no necesite llegar al final para convencerse, o que no llegue porque se aburra antes. Tu llamada a la acción tiene que ser corta, clara, directa e irresistible.
- Utiliza fórmulas de novedad: nuevo, por fin, presentamos a, creías que nunca llegaría…
- A menos que estés haciendo un top ten, tus listas de atributos/productos/consejos tienen que ser siempre impares.
- Genera sensación de urgencia diciendo que el producto puede acabarse pronto.
- Pon bien a la vista el testimonio de otros clientes, los premios que hayas ganado, las garantías de tu producto…
- Busca imágenes de tus clientes o de tus empleados que refuercen el posicionamiento de marca.
- Ni se te ocurra comenter errores gramaticales, especialmente si vendes productos de alta calidad… Generan dudas y alejan de la compra.
¡De extra!
- ¡Ten cerca a alguien que controle de diseño! Una buena redacción puede fracasar por un mal diseño: texto no legible, color inadecuado, margen escaso, tamaño desmesurado de las imágenes, etc. No busques el impacto, sino la comprensión.
- Siempre que puedas, dale a tus textos un toque de humor. Sé creativo, diferénciate de tu competencia, hazte impredecible para no aburrir.
Y la clave: lee tus textos varias veces y pregúntate: ¿se me entiende o suena a discurso? ¿Mi abuela lo pediría en la calle sin problemas?
2 comentarios
Muy útil
Me alegro Reis 🙂 ¡Gracias por comentar!