Cuando compras un dominio, los datos de registro pasan a formar parte de una base de datos llamada Whois. En ella se guarda información relativa al dominio, como quién es su titular, su fecha de registro y caducidad, los servidores de DNS que tiene asociados, etc.
Con la entrada en vigor del Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), ya no se publican en el Whois los datos personales de los usuarios responsables de los dominios. Tan solo se hace pública la fecha de registro, la fecha de caducidad y el registrador que lo tiene. Por lo tanto, si te interesa ponerte en contacto con el propietario de algún dominio, o si alguien quisiese negociar contigo acerca de un dominio que tengas tú, tendría que hablar primero con la proveedora para que le proporcione un formulario de contacto. Así los datos personales del propietario permanecen protegidos en todo momento frente el uso malicioso de terceras personas.