Actualizado el jueves, 25 mayo, 2023
Detrás de Milola está Manuela, David y Yolanda, un trío de inconformistas que creen poco en la queja y mucho en la acción. Abrieron las puertas de su obrador hace siete años con el único propósito de compartir un nuevo concepto en pastelería. ¿Lo descubrimos? Hablamos con Manuela, impulsora de Milola, una soñadora a lo grande.
Empezamos por el principio. ¿Cuál es vuestra historia?
Venimos de una familia grande, una tribu algo caótica, y muy vital y Milola es nuestra forma de continuar con el trabajo que hicieron las mujeres que nos precedieron. Luego la vida te pone las circunstancias necesarias para que algo suceda. La tormenta perfecta. 🙂 En mi caso, descubrir hace 24 años que el gluten me hacía daño. Había pasado mi infancia y mi adolescencia con una salud bastante frágil, y ciertas dolencias y alergias para las que no parecía haber explicación, o solución, más allá de medicarse.
Un doctor en Londres eliminó de mi dieta el gluten y los lácteos, entre otras cosas. ¡Y vaya giro te da la vida! Si hoy día esto parece complicado, quiero que penséis qué suponía esto hace 24 años. No estábamos todavía en la era de Internet. Pasé tantas horas en la biblioteca intentando averiguar exactamente qué era el gluten, dónde se encontraba, y dónde no. Me recorrí todos los barrios de Londres buscando qué comía cada cultura, intentando averiguar si había algún cereal sin gluten. Así descubrí el Sorgo en la cocina Hindú, la quinoa y el mijo en la cocina latinoamericana, el Teff, ese maravilloso cereal, en el barrio Etíope, y por supuesto, el arroz, tan presente en nuestra cocina mediterránea. Y la tapioca, el sarraceno, el psillium. Hice pruebas, y después de muchos desastres, entendí cómo combinar todos estos cereales para crear las distintas texturas y sabores que buscaba.
Empecé entonces a soñar con Milola. Un lugar donde nadie se quedara fuera de la mesa. Un lugar inclusivo con una cocina en equilibrio que yo busco: sana, nutritiva pero deliciosa. Así que al volver a España, diez años más tarde, eché un vistazo a mi familia, todos los niños que nos rodean, y sentí la necesidad de cocinar alimentos que equilibraran placer e indulgencia con nutrición. Solo quiero en mi cocina ingredientes por los que sienta tanto respeto como siento por la gente que me rodea. Así que les propuse esta aventura loca a Yolanda y David, y así es como abrimos nuestra primera tienda en Mataró, hace ahora 8 años.
Precisamente, detrás de Milola está Manuela, David y Yolanda, ¿qué os diferencia y qué os une?
Nos une el amor incondicional. Suena un poco cursi, pero lo digo con sencillez y honestidad. Aunque Milola nació de mí, como idea, jamás se habría concretado si no fuese por David y Yolanda. Eran las personas con las que yo quería emprender esta aventura loca. Son pareja y hermana, pero principalmente, son mis mejores amigos. Somos como las tres patas de un trípode. Y aunque no sabíamos a todo lo que nos íbamos a tener que enfrentar cuando empezamos, sí que sabíamos que nuestra relación sería siempre más importante que el negocio. Y si en algún momento había que escoger, la elección era clara. Mucha gente nos pregunta si no es súper intenso ver cada día en el trabajo a tu hermana y tu pareja (o cuñado, en el caso de Yolanda). Y no, la verdad es que no. Es más, también nos gusta pasar nuestro tiempo libre juntos, ¡qué le vamos a hacer!
Nos diferencian nuestras fortalezas personales, aptitudes con las que venimos como de serie, y con las cuales podemos pasar el día felices. Y creo que nuestras diferencias son un buen equilibrio para el negocio.
Yolanda se encarga de producción, control de calidad, procesos, logística, y atención al cliente. David se cambia de sombrero mil veces al día. Sus funciones principales son la administración de la empresa, la dirección comercial y operacional. Su cabeza está siempre buscando nuevas oportunidades de negocio. Yo (Manuela) soy la persona que hace todo el I+D, desarrollo de recetas, implementación de producción, Marketing y Branding. Yo puedo pasar la semana entera en mi laboratorio, investigando, maquinando, ideando, rodeada de libros y nada más. Sin hablar con nadie. Y soy feliz. Soy obsesivamente feliz con un reto.
Comer rico y sin gluten no es una utopía
No, para nada. No debe serlo. Y no solo sin gluten. Sin gluten, sin lácteos, sin azúcar refinada, con cereales integrales, con fruta, con verdura. La nutrición, la cocina saludable y el placer no deben estar reñidos. Lo he creído así toda mi vida, y ahora es más fácil que nunca.
A menudo, lo único que nos separa de la utopía son las creencias limitantes. Y Milola ha querido desafiar esas creencias desde el principio, no creando un espacio y una carta para personas con alergias o intolerancias alimentarias, sino para todos. Porque como os decía antes, para nosotros la esencia de la vida es esa mesa generosa que uno disfruta en compañía de su familia o amigos. Y no podemos soportar que se excluya a nadie de esa mesa. Es como excluirlos de la vida. Totalmente innecesario.
Además, porque creo que es importante para el resto de la población descubrir la variedad de cereales que existen, y no alimentarse únicamente de trigo. El teff, el sorgo, el mijo, la quinoa, el sarraceno, el arroz, en todas sus variedades, la tapioca… Esto nos abre a un mundo nuevo de sabores, y de nutrición. Solo hace falta probar nuestros productos para ver que hay ahí un mundo de sabores al que darle la bienvenida.
Os decantáis por pasteles, galletas y panes, ¿por qué lo dulce y no lo salado?
Porque es donde más dificultad hay a la hora de excluir el gluten. Es mucho más fácil llevar una dieta libre de gluten con lo salado. Pero en el dulce, históricamente, el gluten ha reinado. Y cuando tienes que retirar el gluten de tu dieta, es ahí donde más soledad se crea.
Cuando yo empecé mi dieta sin gluten, hace 24 años, podía apañármelas para cocinar salado con bastante facilidad. Pero el dulce…uff. Al principio tuve que dejarlo completamente porque era imposible encontrar nada. Y bueno, ya sé que decimos que la vida sin dulces es quizás más saludable, ¡pero también más triste! No podía contemplarlo como una posibilidad a largo plazo. Mi dieta ya es muy saludable, lo ha sido desde siempre, pero no quiero renunciar al placer de darme un gusto y disfrutar de un dulce.
Prefiero hacer dulces que eliminen todo lo que no deseo para mi salud o mi línea, y añadir toda la nutrición posible. La búsqueda constante de ese equilibrio es el motor de Milola.
Naranja, almendra y cardamomo o frambuesa, lima y avena. ¡Se nos hace la boca agua!
¡Gracias! La verdad es que todos estos sabores están pensados cuidadosamente. En la cocina, me encantan los contrastes. El equilibrio tan perfecto que hay en los contrastes, es como una metáfora para la vida. Curiosamente, para una pastelera, me gusta el dulce poco dulce. El dulce tapa el resto de sabores, y yo lo que busco es justamente notar todas las notas de sabor de los distintos ingredientes. Así que lo primero que hago es reducir el dulce al mínimo que me pide la receta para que brillen el resto de sabores. Lo siguiente, es siempre crear un contraste de ácidos, con cítricos y frutos rojos, que me encantan. Y acabar esta sinfonía con las especias adecuada para cada mezcla.
Creo que lo que más atrae a nuestros clientes es justo eso, la variedad de sabores
Milola se come con los ojos, ¡nos encanta el packaging!
Gracias de nuevo. El diseño ha sido un trabajo delicioso de Jennifer Elsner, de Estados Unidos. La contacté una noche el año pasado, después de ver su trabajo por Internet y enamorarme por completo. En aquellos momentos ella estaba en año sabático, pero sentí la llamada a contactarla y proponerle trabajar juntas. Una de esas corazonadas que me ponen en estado de obsesión, y ya no puedo contemplar otra opción. Así que la contacté justo antes de irme a dormir, pensando que probablemente diría que no, y desperté con la alegría de un sí. Jennifer ha sido un regalo del Universo. Trabajar con ella ha sido un sueño. Hay en ella una autenticidad, una sensibilidad con la que hemos conectado profundamente.
La belleza es un temazo para nosotros. Imprescindible. Creemos que eleva el espíritu, nos hace a todos mejores. Y es importante para nosotros que Milola sea coherente con nuestra forma de entender el mundo. Buscamos coherencia en todos los aspectos del negocio, igual que la buscamos en nuestras vidas.
La belleza de nuestros ingredientes, de nuestros pasteles, debe continuar y reflejarse en el diseño de la web, la fotografía, y por supuesto, el packaging
¿Dónde se pueden comprar vuestras galletas? ¿Os orientáis más al cliente final o trabajáis con un canal de distribución?
En nuestra web podéis encontrar una enlace a todos los puntos de venta hasta el momento de productos Milola. Aunque esto va cambiando cada semana, según se van abriendo más puntos.
Ahora mismo estamos centrados en la distribución, que está cogiendo mucha fuerza. Pero quizás porque empezamos en esa tienda de Mataró donde se formó esa gran familia Milolera, nunca dejamos de estar centrados en el cliente final, y de mantenernos en contacto con ellos. Al fin y al cabo, lo que queremos es que ellos tengan acceso a una buena pastelería en cualquier lugar del país. Esperamos en un futuro próximo poder replicar la magia de nuestra primera tienda en muchos lugares del país.
Milola es una aventura a largo plazo
¡Encantados de ser un ingrediente más de vuestro éxito!
¡Nosotros sí que estamos encantados! De verdad, no podíais haberlo dicho de manera más adecuada. La construcción de una marca es la suma de todos sus ingredientes, y quizás porque somos parte de una gran familia y hemos crecido con el concepto de tribu, nos gusta que todos los ingredientes que añadimos a Milola: diseñadores, distribuidores, comerciales, etc., sean una extensión del equipo inicial. Un ingrediente más que aporta lo necesario para que el plato final sea sabroso.
Yo, que me he encargado desde el principio de la web y de todos los temas de marketing, os tengo que decir que me encanta dinahosting. He tenido experiencia con otras marcas, y creo que ofrecéis el mejor servicio. Siempre que he tenido un problema con la web, he encontrado a una persona cercana al otro lado dispuesta a resolverme la vida en un instante. Esa tranquilidad es tan importante para una empresa. Os lo agradecemos de corazón 🙂
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