Actualizado el martes, 29 noviembre, 2022
¿Sabes cómo poner precios a tus servicios o productos? Tanto si vas a montar tu propia empresa como si ya eres emprendedor, seguro que te hiciste más de una vez esa pregunta.
Poner precios a los productos y servicios puede ser en muchos casos una decisión crítica para el buen funcionamiento de tu negocio. Aquí te damos unos consejos para que aciertes con tus precios.
Índice de contenidos
Factores a tener en cuenta
Cúanto quieres ganar
Saber el beneficio que quieres obtener es un buen punto de partida.
Ponte una meta: maximizar ganancias, posicionarse en el mercado, atacar a la competencia… y en función de eso asígnate un objetivo de beneficio. Ten claro que tus productos tienen un gran valor, pero que los ingresos no llegarán el primer día.
Si tus precios te reportan poco margen de beneficio, tendrás que conseguir mucho volumen de ventas, y eso no es fácil al principio.
Sobre todo si estás empezando, te recomendamos que no te fijes unos objetivos muy altos. ¡Mantén los pies en la tierra pero sin infravalorarte!
Piensa en tu cliente
Conocer a tu público objetivo o buyer persona es clave a la hora de fijar el precio.
Por ejemplo, no es lo mismo vender un artículo exclusivo a un público con gran poder adquisitivo, que ofrecer un producto dirigido al consumo masivo y que queremos que se venda rápido. En este segundo caso funcionará mejor un precio más ajustado y económico.
La edad, la ubicación, la situación política y económica… Son factores demográficos que debes tener en cuenta en tus precios.
Pregúntate cuál el poder adquisitivo de tus clientes y si van a estar dispuestos a pagar el precio que pides por tu producto.
Haz una valoración de los costes
Anota bien todos los gastos que conlleva llevar a cabo tu servicio o producto.
Aunque cada caso es diferente, estos son algunos de los costes más habituales que debes tener en cuenta:
Costes variables
Este tipo de coste dependerá del número de ventas que realices. A más ventas, más costes variables.
- Materias primas
- Gastos de envío
- Comisiones
- Sueldos o mano de obra necesaria para la producción
Costes fijos
Da igual las ventas que realices o los clientes que tengas, los gastos fijos son siempre los mismos.
- Inversión inicial
- Suministros: agua, luz, gas, internet…
- Internet
- Sueldos imprescindibles
- Impuestos
- Alquiler de instalaciones
Ninguno es trivial.
Haz una valoración detallada de todos los costes para calcular que tu precio los cubra y así obtener beneficios reales.
Ten en cuenta tu trabajo
Y con esto no nos referimos solo a tu sueldo. Pregúntate cuánto vale tu tiempo y sé ambicioso.
Las horas de trabajo que inviertes en tus servicios son parte fundamental del precio que vayas a pedir por ellos. Si solo cubres costes y no valoras adecuadamente tu trabajo, tu empresa no será realmente rentable.
Teniendo en cuenta estos tres puntos, la fórmula fundamental que debes seguir es:
PRECIO = COSTES FIJOS + COSTES VARIABLES + MARGEN DE BENEFICIO
Siempre debes cubrir al menos los costes fijos.
Pero existen otros factores a tener en cuenta que te ayudarán a poner precios a tus productos y servicios:
Tantea la competencia
Haz un estudio de los precios que ponen tus competidores. Ver lo que piden por un producto similar o sustituto del tuyo es una buena referencia.
El precio dependerá en el segmento en el que compitas, no es lo mismo un producto posicionado en el segmento de lujo que en el low cost.
Si aportas un valor añadido a tus servicios que te diferencie de la competencia, utilízalo a tu favor, ¡y refléjalo en el precio!
Ajusta
Acertar a la primera, no es sencillo. Siempre es mejor que empieces con un precio un poquito más alto y que después vayas ajustando a medida que obtienes los resultados esperados. Hacerlo al revés puede percibirse negativamente.
Una vez que des con el precio apropiado y veas que tu estrategia funciona podrás volver a subirlos progresivamente. Siempre manteniendo o aumentando la calidad.
La mejor forma de vender más, no es subir precios. Es ofrecer servicios de calidad adaptados a las necesidades de tus clientes.
Otra forma de ajustar es jugar con los precios de varios productos. Si tienes una oferta en una gama de producto y quieres mantener tus objetivos de beneficios, debes cubrir ese margen con las otras gamas.
A medida que vayas creciendo y haya una mayor demanda de tus servicios, deberás ajustar los precios acorde con la misma. +
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Estrategias de venta
Tal y como comentábamos en el punto anterior, hay diferentes formas o estrategias de abordar los precios y de trasladarlos a los clientes.
Estas son algunas de las más utilizadas:
Estrategia de precios según la competencia
Analizas a tus principales competidores y te posicionas con tus precios en un determinado rango:
- Precios premium
Si decides poner tus precios como los más altos, por encima de tus competidores, tu producto se percibirá inicialmente como mejor.
Es por eso que si te decides por este rango, debes estar seguro de que tu producto es de calidad y está la altura de las expectativas de sus consumidores, ya que el nivel de exigencia también será mayor.
- Precios medios
Situarte en el rango medio es una apuesta segura, aunque poco diferenciadora.
Si no eres ni el más caro, ni el más barato la captación inicial será menor, pero correrás menos riesgos.
- Precios bajos
Tener los precios más bajos es una buena estrategia sobre todo cuando estás empezando, ya que sirve para tener una mayor captación inicial de clientes y destacar cuando hay mucha competencia.
También se conoce como estrategia de penetración, cuando inicialmente comienzas con un precio muy bajo para llamar la atención del consumidor e irrumpir en el mercado.
Estrategia de variación de precios
Se trata de cambiar los precios adaptándolos a diferentes tipologías de clientes o mercados u otras casuísticas. Algunos ejemplos de este tipo de estrategia son:
- Precios según el tipo de cliente
Varías el precio en función de un determinado nicho de clientes.
Por ejemplo, si ofreces un mueble diseño, puedes ofrecerlo más barato a aquellos que trabajen en decoración. U ofrecer un descuento en tu libro a aquellos que asistan a tus clases.
- Precios de variaciones de producto
Creas diferentes versiones de un mismo producto y cambias el precio de cada una.
Muy habitual cuando se hace una edición especial en otro color, o cuando un mismo modelo tiene alguna prestación extra: tamaño, accesorios, funcionalidades, etc.
- Precio en función de la ubicación
Si vendes en diferentes países o regiones, es habitual modificar el precio adaptándose a cada mercado.
- Precios por lotes de producto
Buscando aumentar el número de ventas, puedes realizar packs con diferentes productos o servicios de tu cartera dónde salga más barato comprarlos juntos que por separado.
- Precios dinámicos
En esta estrategia los precios se van variando en función de la demanda o de la época del año (temporada alta, rebajas, etc.).
Estrategia de precios psicológicos
Esta técnica consiste en poner precios a tus productos o servicios jugando con la psicología o percepción de los consumidores.
Como adelantábamos en el caso de los precios premium (precio alto se asocia con mayor calidad), algunas decisiones de compra se producen por la percepción que tiene el usuario o cliente de un determinado valor.
Estas son las técnicas más comunes de pricing baseadas en la psicología:
Precios acabados en ,99
Los precios tipo 4,99 € se perciben más próximos a 4 € que a 5 €, aunque la diferencia sea mínima, debido a que comienzan por esa cifra.
Eliminar dígitos de los precios
Es habitual borrar el punto o redondear los decimales para que la cifra aparente ser menor. Con menos dígitos parece menor coste.
Asociar con palabras que disminuyan el precio
Cuando sumas un eslogan o copies a los precios, ten en cuenta las palabras que utilizas para que se asocien con precio bajo (aunque este no lo sea).
Diferenciar los precios rebajados
Utilizar una tipografía, tamaño o color distinto entre el precio actual y el rebajado potenciará la diferencia haciendo que la rebaja parezca mayor.
No redondees los precios altos
Cuando un usuario va a pagar un precio considerable por un producto o servicios, se percibe como más ajustada y calculada una propuesta de precio exacta y no redondeada.
Facilita el cálculo
Si vas a hacer un descuento es bueno que el cliente lo asimile bien, por eso utiliza mejor porcentajes o cifras que sean fáciles de calcular.
Resumiendo, cuida de tus productos y consumidores para generar demanda y aplica el precio adecuado para que tu negocio crezca. ¡Muchas ventas!
Y hasta aquí nuestro recopilatorio con las técnicas y estrategias para poner precios a tus productos o servicios que puedes utilizar a la hora de crear tu tienda online. ¿Tienes dudas con los precios de tu tienda? ¿Utilizas otras técnicas? Cuéntanoslo en los comentarios 🙂
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